Proyecto Educativo Institucional y PGA
Nuestro PEI (Proyecto Educativo Institucional) apuesta por una forma de mirar a nuestro contexto cultural que nos estimule para emprender soluciones creativas a los retos que tenemos por delante.
El PEI nos ayuda a descubrir mejor las fortalezas de nuestros alumnos, las oportunidades de nuestro mundo y las demandas de cambio en nuestras escuelas, formatos, contenidos, ritmos e imágenes, en la aplicación de metodologías pedagógicas alternativas y en el modo de transmitir nuestras actitudes personales y valores.
1. Somos escuela abierta:
Sensibles a los cambios socioculturales y con una mentalidad abierta a la vida, a los tiempos y a la sociedad. Educamos desde todas las inteligencias del ser humano para conseguir un conocimiento más profundo, permanente y un aprendizaje más eficaz. Transmitimos y compartimos esta misión con toda la comunidad educativa, trabajando un modelo de aprendizaje que vaya más allá de las aulas y convertir así el colegio en un signo más de esta escuela abierta que queremos.
2. Somos escuela que acoge y empodera:
Una de nuestras señas de identidad es la acogida, el trato cercano, ayudar a las personas a expresarse y mostrarse tal y como son. Queremos educadores divergentes, con pasiones, con iniciativa, con experiencias vitales; que sepan detectar en los alumnos su fuente de creatividad divergente, su singularidad y sus talentos para empoderarles y ayudarles a crecer y a construir su propio proceso de aprendizaje. Por eso, apostamos por la tutoría individualizada como eje esencial de nuestra labor educativa.
3. Hacemos visible la Buena Noticia:
Queremos hacer creíble la Buena Noticia desde nuestras actitudes y nuestros hechos. Cuidamos la formación de los educadores, su estilo de liderazgo existencial y una cultura organizativa que lleve a la experiencia humana y espiritual. Toda nuestra acción es evangelización.
4. Con un estilo propio: el de María Ràfols y Juan Bonal: Nuestros fundadores fueron audaces, innovadores, provocadores, disruptivos con el orden establecido en el tiempo en el que les tocó vivir. Nuestra misión es ser como ellos, mostrando a un Dios que nos ama con ternura entrañable y sin límites, compaginando energía con bondad, acogiendo con cercanía y sencillez, en atención permanente y constante a las necesidades del otro.
5. Ayudamos a cada persona a descubrir sus pasiones y talentos: Nuestros alumnos están llenos de diversidad y necesitan que seamos escuela capaz de acoger esa diversidad y aprender con y desde ella. Por ello buscamos constantemente cambiar y adaptar nuestra metodología y nuestra pedagogía para ayudarles a reconectar con ellos mismos. Renunciamos a metodologías monolíticas y unidireccionales y proponemos un modelo de aprendizaje que potencie todas las inteligencias del alumno, que le ayude a construir pensamiento con otros a través del aprendizaje
cooperativo y que le lance continuos retos con la metodología de PBLs y Design Thinking.
6. Queremos cambiar el mundo:
Nuestro aprendizaje no tiene valor en sí mismo si no supone una aportación y mejora de nuestro entorno. Queremos formar personas comprometidas en la construcción de una sociedad basada en la verdad, la paz y el amor y que nuestros alumnos sean la mejor versión de sí mismos y contribuyan a mejorar la sociedad.
1. Pastoral de la provocación:
Nuestro estilo evangelizador se basa en la provocación que genere preguntas en lugar de respuestas, que seduzca a cada persona para educar su interioridad. Queremos educar en un tipo de inteligencia espiritual por descubrimiento. Desde ahí, nos sentimos comprometidos en un nuevo paradigma de Educación de la Interioridad con nuestra propuesta +Adentro.
2. Pedagogía de la plasticidad con metodologías de inmersión:
Desde la neurociencia sabemos que solo lo que estimula produce aprendizaje, por lo tanto, queremos metodologías que estimulen y no dejen indiferente. Optamos por una escuela que trabaje para que sus alumnos tengan una mente abierta, que posibilite el desarrollo de todas las potencialidades de la persona por medio de la plasticidad, el dinamismo y la creatividad. Un trabajo interdisciplinar que fomente la transversalidad de los aprendizajes.
3. Pedagogía del detalle:
Optamos por una pedagogía que se fija en los detalles y que escucha las necesidades profundas de las personas. La clave consiste en enriquecer nuestra mirada empática para enriquecer nuestra mirada espiritual. Potenciamos la capacidad simbólica, que sepa leer la riqueza de la vida y la capacidad contemplativa. Acompañamos a cada persona en el proceso de descubrimiento de la propia vocación.
4. Caridad, que significa universalidad e inclusión:
Nuestra marca Santa Ana está tintada de una caridad universal, hecha Hospitalidad, principalmente con los más pobres y necesitados, hasta el heroísmo. La universalidad es tomar conciencia del carisma de acogida que se encarnan en un modelo de escuela inclusiva, sin fronteras, sin límites a todos los niveles: sociales, culturales, religiosos, de género, etc.
5. Hospitalidad, que significa apostar por el aprendizaje cooperativo y la redarquía:
Apostamos por el aprendizaje cooperativo como mejor modelo para traducir hoy el concepto de Hospitalidad. Trabajamos en red, la Red de Centros Educativos Santa Ana. Hemos pasado de trabajar solo en mi aula a trabajar con diversos equipos, desde los modelos cooperativos y la redarquía. Para ello necesitamos generar una comunicación fluida y constante, donde todos nos sentimos corresponsables de todo, sin dependencias, sin pasividad, sin unilateralidad.
6. Somos emprendedores sociales que buscan conexión donde otros solo ven disrupción:
Queremos ser centros educativos de frontera, que busquen conexión donde otros solo ven disrupción, que busquen unir en lugar de romper y fragmentar. Escuelas que garanticen la promoción social de todos, especialmente de los que están en riesgo de exclusión social. Por eso optamos por una escuela conectada y comprometida, buscando formas innovadoras que favorezcan que las familias sean co-creadoras de nuestro proyecto educativo.