Las líneas metodológicas que guiarán nuestra intervención educativa en la etapa de secundaria se pueden sintetizar y concretar de la siguiente forma:
- Partir del nivel de desarrollo del alumnado y de sus aprendizajes previos, para construir a partir de ahí, otros aprendizajes que favorezcan y mejoren su rendimiento.
- Adaptar la metodología a las características de cada alumno, atendiendo a su diversidad, favoreciendo la capacidad de los alumnos para aprender por sí mismos y para trabajar en equipo, y atender a los diferentes ritmos de aprendizaje.
- Atender a las necesidades, aptitudes e intereses que demanden los alumnos según se vayan detectando en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
- Dar prioridad a la comprensión de los contenidos frente al aprendizaje puramente mecánico o memorístico.
- Asegurar la construcción de aprendizajes significativos a través de la movilización de sus conocimientos previos y de la memorización comprensiva.
- Favorecer situaciones en las que los alumnos deben actualizar sus conocimientos.
- Proporcionar situaciones de aprendizaje que tengan sentido para los alumnos, con el fin de que resulten motivadoras.
- Propiciar oportunidades en las que los alumnos puedan poner en práctica los nuevos conocimientos, de modo que puedan comprobar la utilidad de lo que han aprendido, y sepan aplicarlo en otros contextos a su vida cotidiana.
- Procurar dar una formación personalizada, que fomente la participación de los alumnos, asegure una efectiva igualdad entre el alumnado, y promueva la relación con el entorno.
- Fomentar, de acuerdo con las competencias básicas, la reflexión personal sobre lo realizado y la elaboración de conclusiones con respecto a lo que se ha aprendido; de esta forma, los alumnos analizarán su progreso respecto a sus conocimientos.